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El número de pobres podría elevarse a 70 millones: Esquivel

El número de pobres podría elevarse a 70 millones: Esquivel

El PIB caerá este año entre 8.5 y 10.5%, estimó el subgobernador de Banxico, quien volvió sobre su propuesta de un seguro de desempleo de emergencia como parte de un paquete de 5 medidas contra la crisis.


El subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, indicó que el PIB podría caer este año entre 8.5 y 10.5% y el número de pobres aumentar en 9 millones de personas para llegar a 70 millones o 56% de la población total.

Añadió que ello implica que no sería sino hasta 2022 cuando la economía podría regresar a los niveles de producción anteriores al inicio de la pandemia.

Sin hacer alusión al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Esquivel propuso 5 medidas que caen en el terreno de las autoridades federal para ayudar a salir de esta coyuntura, empezando por un seguro de desempleo de emergencia que beneficie a un poco más del millón de trabajadores formales que han perdido su empleo y un programa de protección a la nómina que ayude a las empresas a conservar un mayor número de empleos formales.

La tercera propuesta que planteó el subgobernador del banco central en un artículo que titula ´Los impactos económicos de la pandemia en México´, es el diferimiento en el pago de contribuciones sociales de micro, pequeñas y medianas empresas, así como un programa especial de apoyo para el pago de rentas u otros costos fijos dirigido a restaurantes u otros negocios que se han visto especialmente afectados por la pandemia.

Y su quinta propuesta es un programa de apoyo a los trabajadores informales que hayan perdido temporalmente su fuente de ingresos.

Esquivel había hecho ya algunas de estas propuestas en abril, pero aclaró que la prolongación del confinamiento hace que este tipo de medidas sean incluso hoy más importantes que entonces, ya que el riesgo de la bancarrota amenaza ya a muchas empresas, con la consiguiente pérdida de empleos.
Agregó que estas medidas podrían implementarse relativamente rápido y su costo total no tendría que ser muy elevado, sino el equivalente entre 1 y 1.5% del PIB.

El funcionario señaló que la pregunta en estos momentos es qué pasará con la economía en lo que resta del año y cuándo tiempo le tomará recuperar los niveles de actividad que tenía antes de la pandemia.

Su pronóstico de caída del PIB para el segundo trimestre es de 19% a 20%, la mayor para un trimestre que se haya registrado en la historia, con consecuencias demoledoras para el empleo y, por consiguiente, para el ingreso y la pobreza.
Discrepó de quienes reclaman al gobierno un esfuerzo fiscal para otorgar ayudas los distintos sectores económicos, pues dijo que los estímulos fiscales, que suelen ser de utilidad en un contexto de una crisis de demanda, no son tan efectivos cuando una parte de la economía es incapaz de responder a esos estímulos a causa de las restricciones sanitarias.

Pero indicó que tampoco se justifica lo contrario, es decir, una política de contracción del gasto, porque termina siendo abiertamente contraproducente y dificulta la recuperación económica, además de que una reducción del consumo del gobierno en condiciones de estrés fiscal severo no es bien valorada por los mercados financieros y puede terminar incrementando las primas de riesgo.

Dijo que tampoco son suficientes los múltiples programas sociales del gobierno para atender esta problemática, como muchos podrían pensar, pues la crisis dejará una multitud de nuevos pobres, personas que tenían un empleo o una fuente de ingresos y que a partir de ahora ya no la tendrán, y tampoco están registradas en ningún programa social, por tanto choque externo a la economía como es una pandemia puede terminar arrojándolos a la pobreza y estas personas no saldrán de allí tan fácilmente mientras la economía no se recupere a plenitud.

Esquivel señaló que entre marzo y junio se perdieron más de 1.1 millones de puestos de trabajo formales, una reducción de 5.4% de los empleos registrados ante el IMSS, pero que el grueso de esa pérdida ocurrió entre abril y mayo, con la pérdida de 900 mil empleos.

Se trata de una disminución tan rápida y de tal magnitud que excedió a la ocurrida en el punto más bajo de la crisis de 2008-09, con el añadido que 933 mil u 83% de los empleos perdidos esta vez corresponden a trabajadores que percibían entre 1 y 2 salarios mínimos.

Indicó que un tema clave hacia adelante es qué tan rápido se podrán recuperar los empleos formales perdidos y, en general, los millones de personas que se desvincularon del mercado laboral, lo cual, agregó, dependerá de la evolución de la pandemia y de la reapertura gradual de la economía, y de si el cierre transitorio de actividades se convertirá o no en un cierre permanente para un número significativo de empresas.

Si se confirman las estimaciones de que 9 millones de mexicanos pasarán a ser considerados como pobres y un número similar podría caer en situación de pobreza extrema, la sociedad tendrá ahí el impacto más duradero y doloroso de esta crisis y el que requiere una atención de carácter más inmediato.

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