Violentos incidentes entre aficionados del fútbol y la policía argentina se produjeron ayer cuando una multitud hacía una fila de kilómetros en el centro de Buenos Aires a la espera de dar un último saludo al astro Diego Maradona, fallecido el miércoles por un paro cardíaco.
Las fuerzas policiales dispararon balas de goma y gases lacrimógenos cuando miles de aficionados se desesperaban por despedir a Maradona, que era velado en la Casa de Gobierno antes de ser trasladado a su lugar de entierro.
«Estábamos tranquilos haciendo la fila y, de golpe, la policía empezó a tirar balas de gomas. Una locura, solo quiero despedir al Diego», dijo a Reuters Rubén Hernández, un empleado de 35 años.
El féretro de Diego Armando Maradona fue retirado del salón en el que se encontraba, debido a unas protestas que se suscitaron en la Casa Rosada por parte de aficionados del «Pelusa».
Ayer se realizó el velatorio de Maradona en la sede del Poder Ejecutivo de Argentina, y los aficionados pudieron ver el féretro de su ídolo, que estuvo acompañado de sus familiares y mucha seguridad. Sin embargo, las cosas se salieron de control y los policías comenzaron a disparar balas de goma y gas lacrimógeno, por lo que el ataúd se tuvo que retirar.
El velatorio comenzó por la mañana y se tenía planeado que durara hasta las 16:00 horas locales.
Murió mientras dormíaEl informe preliminar de la autopsia que se le practicó la noche del miércoles al cuerpo de Diego Armando Maradona determinó que falleció mientras dormía a causa de una «insuficiencia cardíaca aguda», congestiva y crónica, que le generó un edema agudo de pulmón, informaron medios locales.
El legendario deportista falleció a la edad de 60 años el miércoles al mediodía (hora local) en una casa alquilada en el barrio San Andrés de Tigre, provincia de Buenos Aires. Tras conocerse los hechos, la Justicia y la familia del “10” querían saber la causa de su muerte por lo que se inició una causa judicial.
El Ministerio Público de San Isidro convocó a cinco forenses para que realicen la autopsia, en la que también participó un sexto médico delegado por la familia. Los especialistas descartaron la posibilidad de que el director técnico de Gimnasia y Esgrima hubiera sufrido una muerte violenta.
Según los testimonios recogidos por la Fiscalía, la última persona que vio al ‘Pelusa’ con vida fue su sobrino, el día martes a las 23:00 horas locales. Se supo que en la casa también estaban su asistente, un empleado contratado para su seguridad física, una enfermera y una cocinera.
A la mañana siguiente, cuando el psicólogo y el psiquiatra personal de Maradona llegaron a su habitación intentaron despertarlo, pero no respondía. Al no detectar signos vitales, le aplicaron primeros auxilios, pero no tuvieron éxito por lo que llamaron a ambulancias de distintas empresas. Con la llegada de más especialistas, prosiguieron con las maniobras, le aplicaron ampollas de adrenalina y atropina sin resultado, y finalmente constataron la muerte de Maradona.