El Tribunal Supremo de EU escucha este martes argumentos en el caso de un acusado en el asalto del Congreso del 6 de enero de 2021, que también podría afectar a uno de los juicios que asedian al expresidente Donald Trump.

Joseph Fischer, un expolicía de Pensilvania, es uno de los más de 300 individuos acusados por el Gobierno por la obstrucción de un procedimiento oficial, junto con otros delitos, cuando una multitud ingresó violentamente al Capitolio para interrumpir el proceso de formalización de la victoria electoral del presidente demócrata, Joe Biden.

Fischer alega que la interpretación que el Gobierno hace de la ley es demasiado amplia y sin precedentes, y sostiene que la cláusula acerca de la obstrucción de un trámite oficial debe aplicarse sólo a la destrucción o adulteración de pruebas en casos de delitos financieros a los que se refería originalmente la ley.

Esa legislación, conocida como Ley Sarbanes-Oxley y promulgada en 2002, fue la respuesta al escándalo financiero y contable de la empresa de energía Enron cuyos ejecutivos fueron acusados de fraude. La firma terminó en la bancarrota.

Los asaltantes, incitados por Trump, interrumpieron temporalmente el trámite formal de certificación del resultado de la elección presidencial de noviembre de 2020 en la cual Biden resultó ganador.

El Departamento de Justicia, que alega que la presencia no autorizada de Fischer dentro del edificio del capitolio, impidió la certificación del resultado electoral, ha obtenido condenas o admisiones de culpa para más de 150 participantes de la asonada.

El procurador especial Jack Smith, quien lleva a cabo la investigación de la responsabilidad de Trump en la asonada, ha incluido la obstrucción de un procedimiento oficial entre los cuatro cargos que pesan sobre el ahora virtual candidato presidencial republicano.