Los Cowboys aumentaron su calvario al sumar su quinta derrota de la temporada como locales. El palacio de cristal de Jerry Jones volvió a ver cómo su equipo sucumbía por una amplia diferencia al caer 34-10 con los Texans. No hay quien arregle el desastre de Dallas esta campaña.
Se sabía que el reto ante Houston era mayúsculo. El equipo de DeMeco Ryans salió como amplio favorito y con ese ímpetu salió a jugar al territorio vaquero. Los Texans barrieron a los Cowboys en el primer cuarto con un poderoso ataque terrestre en el que el corredor Joe Mixon logró anotar en par de ocasiones, la primera de ellas con una escapada de 45 yardas.
El panorama era totalmente desalentador para Dallas y solo les quedaba tirar de orgullo. El mariscal de campo Cooper Rush lo entendió así y le dio vida a su equipo al conectar con KaVonte Turpin en un pase de 64 yardas que terminó en las diagonales. La cosecha de puntos le permitió a los Vaqueros mantenerse en el partido y el duelo se volvió cerrado y de presencia constante de los pateadores.
Así como le pasó en el partido ante los Lions, los Texans perdieron intensidad en la segunda mitad y les costó mover el ovoide. El ataque terrestre que tan buen resultado había dado en los primeros cuartos de pronto dejó de funcionar. Lamentablemente para los Cowboys, la ofensiva volvió a mostrar su lado más anémico y no fueron capaces de poner los puntos necesarios para meter presión.
Con los Texans arriba por 10 puntos llegó la jugada que finalmente liquidó a los Cowboys. Era casi el inicio del cuarto cuarto cuando llegó un fumble de Rush. A pesar de que su liniero Tyler Guyton lo recuperó, Pitre volvió a forzar el balón suelto y Derek Barnett lo regresó a las diagonales. Todavía Joe Mixon puso el último clavo al ataúd con su tercer touchdown de la noche.