La Casa del Estudiante en Guachochi alberga a más de 90 jóvenes que cursan su educación universitaria en la ciudad luego de llegar de comunidades lejanas como Uruachi, Batopilas, Baborigame, Norogachi, entre otras. De acuerdo al Gobierno Municipal, este espacio está bajo su manutención y únicamente se les cobra 40.00 pesos al día a los internos para darle mantenimiento a lo que es su nuevo hogar toda vez que ahí se les brinda hospedaje y alimentación diaria.
De acuerdo con información del Gobierno Municipal, la Casa del Estudiante está bajo su manutención y representa uno de los apoyos más importantes para la comunidad universitaria de la Sierra Tarahumara. El objetivo, señalan las autoridades, es ofrecer un espacio digno, seguro y accesible para que los jóvenes puedan enfocarse en sus estudios y tener mejores oportunidades de desarrollo.
El costo para los internos es simbólico: únicamente 40 pesos diarios, cantidad que se destina a cubrir parte del mantenimiento del inmueble y los servicios básicos. A cambio, los estudiantes reciben hospedaje, alimentación y un ambiente de convivencia que se ha convertido en una verdadera comunidad de apoyo.
Para muchos de los residentes, la Casa del Estudiante significa la diferencia entre poder estudiar o tener que regresar a sus comunidades de origen. Algunos viajan más de ocho horas para llegar a Guachochi, por lo que el acceso a este tipo de albergues representa una oportunidad invaluable para transformar su futuro.
Gobierno Municipal destacó que además de cubrir las necesidades básicas de los jóvenes, se promueve la participación en actividades culturales, deportivas y de voluntariado, con el propósito de fomentar una formación integral y el sentido de comunidad.
Durante los últimos años, el edificio ha sido objeto de mantenimiento constante, con mejoras en dormitorios, áreas comunes y la cocina, para garantizar condiciones adecuadas de higiene y seguridad. Las autoridades municipales han reiterado su compromiso de continuar destinando recursos para su operación.
Padres de familia y líderes comunitarios han expresado su agradecimiento por la existencia de este programa, ya que permite que jóvenes de comunidades indígenas y rurales accedan a la educación superior sin que el aspecto económico sea una barrera.
Con espacios como la Casa del Estudiante, Guachochi se consolida como un punto educativo estratégico en la Sierra Tarahumara, donde la educación y la solidaridad se unen para abrir camino a las nuevas generaciones que buscan un mejor porvenir.





